La posibilidad legal de celebrar matrimonios entre gays y lesbianas en todo el Distrito Federal entró en vigor el pasado 4 de marzo. Desde entonces, se han oficiado más de 320 bodas homosexuales (ver artículo del 6 de agosto) en la capital, aunque con anterioridad ninguna de ellas se había celebrado en prisión.
A esta inusual ceremonia asistieron las familias y amigos de las contrayentes, así como toda la dirección del centro. La Subsecretaria de Sistema Penitenciario del Distrito Federal, Celina Oseguera Parra, declaró: “Afirmar los vínculos familiares [de las reclusas] es el aliciente que motiva para sentirse valorado e incluido, a efecto de esperar con ilusión el día de visita para compartir y convivir con su pareja, hijos, padres, hermanos y amigos, con la certeza de que esos seres las recibirán cuando se encuentren de nuevo en libertad, insertas en su núcleo familiar y en el proceso de reinserción social”.
En México, el matrimonio entre parejas del mismo sexo y la adopción por parte de homosexuales tan sólo son legales en el territorio que comprende la Capital Federal. El D.F. está regido por un gabinete de izquierdas (PRD), mientras que los restantes Estados Federados, gobernados en su mayoría por socialdemócratas (PRI) o conservadores (PAN: incluida la presidencia de la República, que desde 2006 dirige Felipe Calderón), rechazan legalizar tanto matrimonio homosexual como adopción homoparental.