La historia nos llega a través de nuestro redactor jefe en París, quien se basa en un artículo de la afamada revista Têtu, con soporte vídeo incluido. En síntesis: Jay McDowell, un profesor de instituto de la localidad de Howell, estado de Michigan, es sancionado –suspensión de un día de sueldo– por el consejo escolar de su centro tras expulsar a un alumno que emitió comentarios de corte homofóbico durante su clase; otro estudiante, Graeme Taylor, de 14 años, se presenta ante la junta disciplinaria para apoyar a su profesor y ofrece un conmovedor discurso, apasionado y sereno a partes iguales, en el que explica con una lucidez pasmosa y una argumentación inmaculada por qué no podemos aceptar ninguna manifestación homofóbica; en qué medida éstas pueden suponer un verdadero tormento para millones de gays y lesbianas adolescentes (muchos de los cuales –se estima que seis millones– acaban quitándose la vida); y cómo el hecho de ser homosexual se puede tornar una auténtica oportunidad en la vida para quien la asuma con naturalidad... y no esté obligado a soportar las burlas intolerables de sus compañeros.
El encendido discurso de Graeme, pronunciado sin subir la voz medio tono pero rebosante de fuerza y de sinceridad, ha dado la vuelta a la Red. También ha sido recogido por muchos grandes medios, como el célebre programa de Ellen DeGeneres, al que el joven fue invitado y en el que realizó otra soberbia intervención. La presencia ante él de la presentadora y de decenas de cámaras no impresionó en absoluto a este pequeño héroe de la causa LGBT, ni le hizo mudar un milímetro su amplia y franca sonrisa, como mostramos en el siguiente vídeo. Al final de la entrevista, Graeme Taylor obtuvo un inesperado regalo navideño: una beca de 10.000 dólares para proseguir sus estudios.
Aquéllos que entiendan inglés habrán apreciado la comicidad con que el adolescente narra su salida –literal– del armario. Huelga decir que, en vista de su increíble madurez y de su excepcional oratoria, Graeme Taylor es sin duda un alumno superdotado. Lo que no merma un ápice su valor.
Que gran perdida para las chicas heterosexuales.
Yo también soy superdotado y no por ello he dejado de fracasar en la vida. Eso si, nunca me han dado beca alguna por revelar mi condición sexual. Creo que el motivo es que la orientación sexual no debe generar ningún tipo de privilegio ni al contrario suponer traba alguna para el desarrollo vital del ser humano.
Creo que el día que los gays acepten su propia naturaleza no como algo extraño a esta demente sociedad, sino como parte indisoluble y no diferenciada de la misma, habrán dado unos cuantos pasos más hacia adelante en su liberación.
Ese es uno de los debes de su comunidad: el organizar un “cuerpo de autodefensa”, el crear asociaciones, celebrar días de orgullo, etc., es un indicativo de la escasa integración en el colectivo, lo cual provoca el rechazo social por considerarlo un cuerpo extraño.
Atentamente y con cariño, un heterosexual
Bravo Graeme,eres un valiente,un fuera de serie.Millones te admiramos por tu sinceridad y valentia en todo el mundo.Desde Tenerife un saludo y un abrazo.