
Hugues Cuénod el 22 de febrero de 2010, a los 107 años... y al parecer sin necesidad de audífono. ©Wikipedia.org/ Lodewijknapoleon.
Cuénod, a quien se le llamaba con respeto y cariño "Monsieur Hughes" se convirtió en uno de los pioneros del país transalpino en establecer una unión civil con su pareja Alfred Augustin, 41 años más joven, quien compartió con él su vida durante dos décadas.
En los 60 años que trascurrieron desde su primer concierto en 1928 y su último papel mítico en 1988 –si bien su última aparición en escena fue en 1992– Hugues Cuénod fue cambiando tanto su registro vocal (el joven barítono ligero se convirtió en tenor) como su repertorio musical (del cabaret llegó a la lírica barroca o medieval). Cuénod arrastraba una fama legendaria de curioso insaciable y de perezoso indómito. Su grandísimo talento operístico le granjeó memorables actuaciones en obras de Bach y Satie, de Binet y Monteverdi, de Debussy y Stravinsky; su "inconveniente personal" le mantuvo lejos de la fanfarria de la –demasiado intrusiva– gran fama; su humor se alimentaba de estos dos motivos.