La playa de Miami Beach presentaba un aspecto fantasmagórico este martes. Tan sólo una persona tomaba el sol, protegida del viento, junto al famoso quiosco que marca el comienzo de la zona de playa gay, en la confluencia de Ocean Drive con la calle 12. Sus únicos compañeros en varios metros eran un par de personas sin techo, abrigadas hasta las cejas, pero que al menos parecían disfrutar bajo el sol. Por mucho frío que hiciese de día, sin duda lo peor vendría de noche.
A las tres de la tarde, hora por lo general cercana a la máxima del día, el termómetro digital de Lincoln Road señalaba 8 grados y medio. El frío no parece estar causando grandes pérdidas al comercio de Lincoln Road: los turistas que no han reunido el valor para pisar la playa sin duda se han decidido por las compras. En el chic Z Ocean Hotel de Miami Beach, sí había un par de clientes que parecían cómodos tomando el sol en la piscina: y es que en los patios –al resguardo de los elementos– de los hoteles de lujo, el sol siempre brilla más. Justo enfrente de la playa gay, en el también exclusivo Tides Hotel, otra pareja de turistas sorbía un reconfortante café caliente después de una larga caminata por la playa.
Al menos una atracción turística en Miami Beach ha tenido que cerrar por el frío: un cartel en la taquilla de los populares autobuses abiertos Duck Tours anunciaba que la actividad se suspendía “a causa del mal tiempo". En los dos últimos días, poco bullicio palpable en los restaurantes de Ocean Drive, la célebre avenida marítima de la ciudad; escasez de coches y viandantes también: lo único novedoso en Ocean Drive era el rodaje de una película cuyos extras, en camiseta de manga corta, se veían obligados a trotar entre toma y toma para mantenerse calientes.
Los bares al aire libre de la zona lo han tenido difícil estos días para atraer clientes. The Palace, el único bar gay en Ocean Drive, que normalmente hace una más que decente caja cuando hay gente en la playa, parece ver su negocio caer al ritmo exacto del termómetro. La mayoría de los clientes que se aventuraban dentro, pasaban de largo del –habitualmente concurrido– patio delantero.
Pero no hay invierno que cien años dure. La ola de frío pronto se diluirá o viajará a otros lugares desde el sur de Florida. Mañana jueves 16, se espera que el termómetro regrese a sus valores tradicionales por estas fechas, es decir, a los 25 grados.
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[Reseña: Hoy estrenamos una serie de artículos dedicados específicamente a los viajes, con una colaboración de nuestro colega Ed Walsh. Ed es periodista free-lance desde hace una década y trabaja desde San Francisco, entre otros medios, para la conocida plataforma The Examiner, la red más extensa del mundo de reporteros locales. Ed es también un apasionado viajero especializado en destinos gays.]