
Patrick Leahy (senador por Vermont) es el paladín del matrimonio gay. Pero sus adversarios son correosos. ©Leahy.senate.gov/ DR.
La ley DoMa de 1996 establece que el matrimonio sólo puede unir a un hombre y a una mujer. Sin embargo, existen 131.000 parejas del mismo sexo casadas de pleno derecho en los Estados Unidos. Y es que el matrimonio gay es absolutamente legal en la capital Washington, así como en seis Estados (Connecticut, Iowa, Massachusetts, New Hampshire, Nueva York y Vermont). Pese a esto, la ley DoMa impide que las parejas casadas legalmente puedan acceder a los más de 1.100 tipos de asignaciones familiares, seguros de salud, beneficios fiscales, pensiones o subsidios de origen federal, lo que en la práctica los transforma en matrimonios de segunda clase.
Este proyecto de ley deberá aún ser aprobado por el pleno del Senado y por la Cámara de Representantes norteamericana antes de ser promulgado por el Jefe del Estado. Si bien el Senado federal está controlado por los demócratas, la Cámara de Representantes es actualmente un bastión republicano. El Comité del Senado está presidido por Patrick Leahy (podéis ver sus comunicados antes y después del voto), que es senador por Vermont y votó, como era previsible, a favor de inscribir el texto legislativo en la agenda del pleno. Su más que probable adopción por el Senado corre el riesgo de estancarse como un movimiento meramente simbólico, pues aún quedaría su ratificación por parte de los Representantes del país, tarea que parece bastante más complicada.
[Los anglófonos o anglófilos pueden ver aquí el vídeo correspondiente a la reunión del Comité senatorial de Justicia, que comienza aproximadamente en el minuto 21. Habrá que subir el volumen o afinar un poco la oreja, pues el citado Patrick Leahy, que preside el Comité, tiene una voz algo más que ronca.]Los principales partidarios de la derogación de la ley DoMa son el presidente Barack Obama, la mayor parte de los Demócratas electos (incluyendo estos diez senadores miembros del Comité de Justicia), así como una pequeña minoría de representantes Republicanos, pasando por un grupo de 70 de las grandes empresas del país (como Google, Nike y Xerox) y por un sinnúmero de organizaciones progresistas. Quienes se oponen son, esencialmente, casi todos los Republicanos electos, distintos lobbies religiosos de gran influencia, varias organizaciones tradicionalistas, los movimientos de extrema derecha y una pequeña minoría de los Demócratas electos.
Philca & carzam/ MensGo
(vía Los Angeles Times del 10-11, y Le Figaro y AFP del 11-11-2011)