Suiza, contrariamente a la creencia popular, no festeja ni su neutralidad, ni sus pastos alpinos, ni sus vacas productoras de queso gruyère ni su excelente chocolate, ni tampoco su secreto bancario ni su industria relojera. No: Suiza desea celebrar ante todo su magnífica espuma. Y como la espuma algo moja, se recomienda no presentarse en traje y corbata –salvo si éstos son de neopreno.
El tiempo acompañará esta vez para no desanimar a ningún chulazo helvético. Un olor de santidad se añadirá a la textura de la espuma, ya que el evento será bendecido por las Sœurs de la perpétuelle indulgence (o Hermanas de la Perpetua Indulgencia), que sustituirán más que eficazmente a la –tan solicitada en otros parajes– Guardia Suiza.
El programa no es sólo visual, sino también sonoro. O musical, según algunos. DJs, músicos y artistas provenientes de Basilea, Berlín, Barcelona, Ginebra, Londres, Milán y Zúrich (sinceramente, de la mayoría no hemos siquiera oído hablar) repartirán sus decibelios entre varios pisos. Tan sólo tendremos que quitarnos la espuma de los oídos para escuchar mejor sus propuestas.
En resumen, este martes 31 de julio, desde las 22 al amanecer, el Club Mad se asemejará a un navío surcando la espuma. Precisamente en vista de tanta espuma, os rogamos salgáis protegidos frente a la humedad natural de la fiesta y demás riesgos nocturnos.
Para conocer todo sobre precios, horarios, espumificación y geolocalización podéis visitar Mousse Extra.
Philca & carzam/ MensGo
(vía correo de Gay Party, recibido el 28-07-2012)