La nueva campaña de Inter-LGBT se apoya en dos carteles que presentan ejemplos en el seno de la población LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales). Pero con una formulación que, de manera voluntaria, se niega a adoptar un enfoque suave.
El primer cartel habla del suicidio mediante la defenestración, o mejor dicho saltando al vacío desde el tejado de un edificio. Casualidades de la actualidad, este cartel recuerda de inmediato a los recientes asesinatos por parte del Estado Islámico de personas sospechosas de pertenecer a la comunidad LGBT y que fueron arrojadas al vacío desde lo alto de un edificio.
La novedad consiste en utilizar un lenguaje muy familiar para «dar la vuelta» de inmediato a la retórica homófoba. Ejemplo: «Para lanzarse desde un sexto piso no hace falta ser marica. – En realidad sí».
Y el cartel explica que, si las personas LGBT se suicidan cuatro veces más que la media, es precisamente por ese tipo de insultos.
El otro cartel ilustra también una afirmación mordaz: «Las tortilleras se suicidan mucho más que la media. – Es verdad».
Aquí el cartel también explica hasta qué punto tales insultos pueden incitar al suicidio.
El pasado mes de septiembre, Inter-LGBT lanzaba un anuncio de radio con una serie de insultos homófobos y explicaba las consecuencias a veces mortales. Aquí debajo tenemos un recordatorio para oídos distraídos.
Hace algunos años, en cambio, con motivo de una campaña de lucha contra la homofobia, Inter-LGBT no logró validar este slogan, que se consideró demasiado subversivo: «la heterosexualidad no es normal, simplemente es mayoritaria»
¿Qué ha pasado desde entonces? Prácticamente nada. Por parte de los poderes públicos franceses, «no se ha llevado a cabo ninguna acción concreta para prevenir este riesgo», resume Inter-LGBT en un comunicado.